martes, 21 de mayo de 2013

Juegos del pasado (VIII): Courier Crisis

En la entrega de hoy de "Juegos del pasado", vuelvo a la generación de los 32 bits para hablaros de un juego aparecido en Saturn y PSX, del que me acordé el otro día cuando, en una de mis habituales salidas en bici, empezó a perseguirme un perro de dueño descuidado. 
Retrocedamos pues al año 1997 para hablar un poco sobre este curioso título de New Level Software conocido como Courier Crisis.




Courier Crisis presentaba una mecánica similar a la vista posteriormente en la saga Crazy Taxi. Nuestra misión como mensajero, consistía en ir de un lado a otro de una ciudad tridimensional repartiendo la  correspondencia que habíamos recogido previamente, en el tiempo estipulado 
Para ello, contábamos con la inestimable ayuda de una bicicleta como medio de transporte, que debíamos aprender a manejar con destreza si queríamos que el paquete llegase a tiempo a su destinatario.




Lógicamente, no todo era tan fácil como recoger el paquete en el punto A y pedalear hasta el punto B. A lo largo de los 15 niveles ( si no recuerdo mal) que proponía el juego, los obstáculos que dificultarían nuestra misión, iban desde el tráfico denso típico de una ciudad, hasta peatones, jaurías de canes que tratarían de tirarnos de la bicicleta, e incluso langostas (de esas que la gente come en ocasiones especiales) dispuestas a pellizcar nuestro fibroso trasero de ciclista; haciendo que nuestra misión como mensajeros terminase en el más absoluto de los fracasos.
A medida que avanzábamos, juraría que podíamos renovar nuestra bicicleta invirtiendo el dinero recaudado en modelos superiores, facilitando un poco nuestra labor como mensajeros. No me hagáis mucho caso sobre esto último porque hablo de memoria y la última vez que lo jugué debió ser por lo menos hace 12 años, es posible que lo confunda con otro juego.
Como podéis comprobar, se trata de un titulo puramente arcade de mecánica extremadamente simple. ¿Pinta bien verdad? Pues era un dolor de huevos; y ahora veréis porque.


Para empezar, el apartado técnico era un desastre. Sabéis que no me importaría que lo fuera, pero es que en este caso concreto, afectaba peligrosamente a la jugabilidad. Como ya dije al principio, el juego está ambientado en una ciudad tridimensional, llena de obstáculos como peatones, coches o edificios... que veías cuando estaban a dos palmos de ti. La mayoría de elementos del juego, tardaban tanto en renderizar, que cuando querías darte cuenta, ya te habías estampado contra una pared que dos segundos antes no estaba. Por otro lado, los edificios hacían gala de las míticas texturas bailonas, que unido a una cámara más bien desastrosa, terminaban por dejarte la cabeza loca. 

Pero más allá de un apartado gráfico poco depurado, el auténtico problema venía con el control de nuestro amigo el ciclista o mejor dicho de su dichosa bicicleta. El juego me lo prestaron hace muchísimos años en su versión de Saturn, por lo que como he dicho antes, hablo de memoria y tengo un vago recuerdo sobre los controles. Si mal no recuerdo , las acciones que podíamos llevar acabo, consistían en patadas y puñetazos a izquierda o derecha, saltar, hacer caballitos, frenar, hacerle un corte de mangas al coche de la policía y posiblemente algo más de lo que me esté olvidando. No recuerdo a que botón iba asignada cada acción, de todos modos, ese no era el problema, el problema era que más que una bicicleta, parecía que llevásemos un carro de la compra. Os pondré un ejemplo con el que se entenderá enseguida el paralelismo. Cuando das con un carro de la compra en una esquina, el carro se para y tardas un rato en recuperar el ritmo que llevabas - especialmente si va lleno - aparte de tener que andar "maniobrando" para poder salir de la situación. Lo mismo pasaba con la bici. Calcular mal un giro (cosa bastante fácil), en el mejor de los casos, suponía irse contra una esquina que reduciría nuestra velocidad de manera escandalosa. La sensación hasta que arrancabas, es la misma que cuando vas con un carro de la compra lleno y te das contra una esquina: desesperante.


Por otro lado, el personaje en vez de girar, pivotaba sobre si mismo. Si ibas despacio, aún era controlable, pero como fueras demasiado rápido, o ajustabas los giros al milímetro y rezabas para que delante tuyo no apareciera un camión de la basura, un edificio o una palmera; o saldrías volando disparado. Lógicamente, no podías ir despacio puesto que los niveles eran contrarreloj, aparte de que la gracia y la esencia de un "courier", es la de ir deprisa sorteando obstáculos.

Tal vez no se tratase de un juego difícil, pero sin duda, los errores mencionados, hacían que se volviese desesperante por momentos, especialmente cuándo después de haberte librado de los cuatro cochinos perros que llevabas pegados a la bicicleta, te estampabas contra una pared, volviendo a tenerlos una vez más a tu alrededor... 


Os puedo asegurar que los perros fueron mi mayor suplicio a lo largo del juego
Como ya os habréis dado cuenta, se mirase por donde se mirase, el juego era un despropósito. Entonces,¿por qué no lo he puesto en la sección "Bodrios del pasado"? Bueno... en verdad, teniendo en cuento que acabo de ponerlo a parir, lo que voy a decir es bastante contradictorio pero, a mí el juego, pese a tener más defectos que virtudes, me encantaba. Me gustaba por detalles tan tontos como por ejemplo el  inolvidable grito emitido por el protagonista - que más que un mensajero parecía un armadillo (aunque con la guantazos que se daba era comprensible) -; por tonterías como las que he comentado anteriormente de pasar por al lado de un coche de policía y hacer un corte de mangas, o por el simple hecho de circular por la acera y llevarte por delante a todo peatón que pillases por banda. Y es que pese al aspecto de gilí del personaje, os puedo asegurar que era de lo más gamberro. Salvando muchísimo las distancias, en ocasiones pienso que Courier Crisis fue mi GTA particular, principalmente, porque como me pasaría a posteriormente con la saga de Rockstar, era uno de esos juegos que ponía en la consola cuando no sabía que hacer, simplemente para hacer el salvaje.



Sin duda, Courier Crisis era un título original y cargado de buenas ideas que, lamentablemente y debido a sus múltiples errores en el apartado jugable, terminó convirtiéndose en un título mediocre y sin demasiada repercusión. Pese a todo ello, debo admitir que lo recuerdo con bastante cariño y que si se hubiera planteado mejor, podría haberse convertido en un juego muy entretenido.



5 comentarios:

  1. Un juego muy curioso, tu misión es repartir pizzas XD

    Me recuerda a otro juego de recreativa en que llevabas una moto para también repartir pizzas, pero no recuerdo su nombre.

    Vamos que uno de esos juegos que pese a ser una castaña, divierten que no veas. Si al final es lo que tienen que dar los juegos diversión.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Puede que sea Radikal Bikers? Si no recuerdo mal, apareció también en PSX. Eso sí, diría que el control del personaje era algo mejor que en Courier Crisis donde era horroroso XD Aún así como bien dices, es de esos juegos castaña que acaban por entretenerte un rato :D

      Eliminar
  2. Exacto Radikal Bikers.. en recreativas y psx

    ResponderEliminar
  3. este man lo rescata en 1 hora, y en la mejor puntuación
    https://www.youtube.com/watch?v=b4TuWMqW0Gk

    ResponderEliminar
  4. por dios que juegasoo... si habre echo todas las misones y el modo de mejorar la bici muy buena

    ResponderEliminar